A estas alturas no es ningún secreto mi pertenencia a un grupo de recreación medieval.
Y una de las principales satisfaciones que te produce este tipo de actividades, es la de poder recrear y en muchos casos revivir la historia en primera línea. En los mismos sitios donde sucedieron los acontecimientos, en los mismos lugares que cimentaron nuestra historia.
Este ha sido uno de esos momentos que te erizan la piel al sentirte tan cerca de todo.
Allí estuvimos unos cuantos aragoneses, acompañados de nuestros hermanos recreacionistas occitanos. Rindiendo culto y memoria a todos los que cayeron en Muret.
Una estela de piedra, colocada en 1913, al lado del moderno monolito, nos sirvió de inmejorable escenario. Bajo la atenta mirada de la gendarmería, de los vecinos, y de muchos conductores que no sé si entenderían que hacíamos allí, bajo tanta solemnidad, ...y vestidos de aquella manera.
In memoriam de los caidos de Muret
¡Por lo que pudeimos ser y no fuimos!